7/10/2006

Del libro de Chino para conquistar chicas

Método 46: "En el bus"

Como es sabido, cuando un viaje en bus se prolonga por más de cinco horas los sobrecargo tienen la obligación de anotar en una lista los nombres de los pasajeros, además de un número telefónico para llamar en caso de alguna emergencia (es importante aclarar que este método no sirve si es que la emergencia se presenta, por ejemplo, si el bus sufre un accidente. En tal caso, se recomienda el método 12: "Fingir heridas y dar lástima"). Cuando uno ya ha ubicado a la chica a seducir, debe verificar, en primer lugar, que ella provenga de la misma ciudad que uno, ya se la esté abandonando o viajando hacia ella. Acto seguido, intentar sentarse cerca o al menos estar cerca cuando ella le de su nombre y número telefónico al sobrecargo. La opción del acercamiento debe llevarse a cabo bajo cualquier pretexto, por estúpido que parezca (ir a buscar algo a la parte delantera del bus, ir a decirle una cosa importante al conductor, ir al baño, volver del baño, estar perdido, lo que sea). Lo único importante es que ella, la chica en cuestión, no lo encuentre a uno ridículo o raro (véase método 1: "El raro"). Los demás pasajeros pueden llevarse de uno la impresión que quieran. Una vez que se haya escuchado el nombre y el número, ellos deben anotarse inmediatamente. Si es que no hay papel a mano, los datos pueden memorizarse repitiéndolos todo lo que sea necesario, inclusive las cinco horas (o más) que queden de viaje. De todas formas, se recomienda anotarlos, de preferencia en un papel, aunque la piel humana, bien marcada con un objeto punzate (cuchillo, cortauñas), puede retener signos por algunas horas. De notar que las letras y números arañados en un brazo o una mano se borran o desvanecen, ellos se pueden repasar con el mismo objeto punzante. Se recuerda que por ningún motivo la chica a conquistar debe percatarse de estas retorcidas maniobras, pues podría pensar que uno es una mala persona. Una vez que se tiene el nombre y el número ya se tiene la mitad del trabajo hecho. Uno se puede olvidar de la chica por el resto del viaje, e incluso por algún tiempo. Una vez en casa, de vuelta del viaje, tomar el teléfono de la chica, marcarlo, esperar a que conteste y entonces comenzar a respirar en el micrófono del aparato, aparatosamente, si se quiere. También se pueden emitir gruñidos y gemidos. ¡Ya está! Ahora le toca a ella dar el siguiente paso.

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